viernes, 19 de agosto de 2011

NUQUÍ, CHOCÓ, COLOMBIA

3 amaneceres, 3 atardeceres, una luna llena, unos delfines, unas ballenas, un ballenato, un poco de sol y mucha lluvia!!
Solo durante 3 meses al año las ballenas yubartas o también conocidas como ballenas jorobadas suben al pacífico colombiano para tener sus crías en estas aguas cálidas.
Aventurarse en el safari acuático tiene varios valores agregados además de poder ver a los monstruos marinos haciendo algunos comportamientos que por poco uno solo cree posible ver en seeworld o en películas como "free willy"
Hago referencia a valores agregados como: aumento de la tolerancia, se incrementa la paciencia, la fe se da así sea por el rey de los cetáceos y la perseverancia hace que las ganas de montarse en la lancha por horas sea un comportamiento compulsivo.
Todo esto por la dificultad de poder observar a los monstruos marinos, llevando a que el avistamiento de ballenas se convierte en un reto de vida o desespero.
Pero ahí si que como dicen: El que persevera alcanza, o más bien en este caso, el que persevera tiene más chance. 
Pues no se, pero de acuerdo a lo que se comentaba por parte de nuestro increíble anfitrión Beto que lleva viviendo en Nuquí 25 años aclamó "Huy!!! Este comportamiento sólo lo he visto 2 veces, y pocas veces saltan tanto" 
Lo consolador es que así fueran pocas las veces que se tiene la oportunidad puedo afirmar que las yubartas saltan, y alto, y hasta repiten... el salto.!!
Pero nunca se debe olvidar que muchas veces el safari de ballenas se convierte en safari de delfines 
o en una impactante pajareada. 
Lo alucinante de este océano es que con certeza se va a observar algo, así sea su inmensidad dividida entre la lluvia y el sol, rodeada por la selva del Chocó colombiano.